ENTREVISTA REALIZADA A MIGUEL ESQUIRVA POR LA REVISTA BANCA INTERNACIONAL (LIMA-PERU)

“LA DIVERSIFICACION
ASEGURA EL ÉXITO”
Experiencia de un empresario chinchano

Por: Guillermo Maura (Director de la Revista Banca Internacional)

Se dice que “el empresario nace y se hace”, vale decir, que nace con ciertos rasgos genéticos orientados hacia la empresa, pero eso debe ser formado y perfeccionado para rendir los frutos esperados. Creemos que ese es el caso de Miguel Esquirva Tori, un chinchano de nacimiento, una “máquina” de hacer negocios. Y con éxitos evidentes. Hoy piensa incursionar en la política, “para resolver los acuciantes problemas de Grocio Prado”. Dios quiera que esta nueva etapa de su vida sea tan exitosa como en los negocios.

Miguel Esquirva Tori, “Miguelito” para sus amigos, nació en Chincha, al igual que sus padres, su abuelo fue Don Remigio Esquirva y su abuela Doña Agripina Hernández Tasayco nacida en Grocio Prado.

Su primer negocio fue una tienda de abarrotes en la casa de sus padres en Chincha. Mini Market “La Tercera Ola”, le puso de nombre, como homenaje al libro con ese mismo título publicado en 1979 por Alvin Toffler, quien con aire futurista describe la configuración que tomará el mundo una vez superada le era industrial.

Para concretar este negocio realizó un paso riesgoso: Solicitó un préstamo al Banco Wiese Sudameris. “Felizmente, fue un éxito, el negocio se convirtió en la mejor tienda a 500 metros a la redonda”, dice hoy con una sonrisa.

Pero Miguel Esquirva tiene una filosofía empresarial: “Todo negocio debe dar sus frutos”. Y el fruto del mini market fue la librería “Oficentro” que fue constituida en la parte de la casa que aún quedaba desocupada. Cerca estaban los tres mejores colegios particulares de Chincha, por lo tanto, el éxito estaba garantizado.

“El éxito fue muy grande, no sé si fue suerte, lo único que sé es que siempre he trabajado 20 horas diarias”, comenta el empresario.

Estos dos negocios no eran suficientes. Su espíritu inquieto quería más, aspiraba “dar un salto más grande”. Hombre de fe, un día se acercó al templo de La Melchorita en Grocio Prado y le pidió a la santa a ayudarle con un negocio más: Su sueño era abrir un hospedaje en Grocio Prado, el pueblo de sus abuelos y donde él quisiera morir, según propia confesión.

En vista de que en Chincha se le cerraron las puertas para conseguir financiamiento, quizás por aquello de “nadie es profeta en su tierra”, vino a Lima y consiguió el apoyo de una Gran Banco Limeño. “Recuerdo como si fuera hoy que el gerente de la Oficina del prestigioso Banco, me apoyó y me dio la gran noticia, sólo sobre la base de la confianza”, comenta con entusiasmo.

Así se concretó el Hospedaje “Oro Verde”. Este negocio, al igual que los anteriores, fue de éxito total.

Un día leyó en una revista una frase que le impactó: “Las Empresas Pequeñas se comen a las Grandes Corporaciones, porque no se trata de tamaño, sino de rapidez”. ¿Por qué no llevar a la práctica esa enseñanza? Creyó llegado el momento de buscarle una competencia a “Oro Verde”. Le encargó a su esposa Marilda y a su padre Don Lucio Esquirva buscar un terreno cerca de la Plaza de Armas. Lo consiguieron. Le dijo a su padre por teléfono: “Padre, cómpralo, yo estoy viendo el terreno a través de tus ojos”. Allí se erigió “El As de Oro”.

“Miguelito” sabía que “no se pueden colocar todos los huevos en una misma canasta”. En la diversificación está el éxito.

Sin embargo, la vida está matizada de alegrías y tristezas, de triunfos y fracasos. Con el terremoto de hace dos años prácticamente se cayó todo el “Oro Verde”. Una gran inversión por los suelos. Pero la fortaleza moral de Miguel Esquirva no se derrumbó a pesar del golpe. En un año ha vuelto a construir el hospedaje esta vez gran parte con material noble. Como el ave fénix se levantó de sus cenizas.

Una madrugada, paseando alrededor de “El As de Oro” vio que todo era de ladrillo y su imaginación creadora empezó a proyectar un nuevo negocio: una ladrillera.

INGRESO EN LA POLÍTICA

Miguel Esquirva, hombre inquieto y acostumbrado a los retos, piensa ingresar en el mundo de la política, a pesar de reconocer que éste es “muy complicado”. Quiere resolver los problemas de Grocio Prado desde el municipio. “No llego a la política para obtener ventajas personales, sino por un espíritu de servicio. Es un reto personal”, comenta dando énfasis a sus palabras.

Por cierto, es un gran reto. Este pueblo tiene muchas carencias como agua y desagüe, luz, posta médica, guardería, farmacia, mercado de abastos, parque infantil, lozas deportivas, pistas y veredas, etc. Sólo se conoce por su hospitalidad y sus platos típicos.

“Quiero corresponder con servicios concretos a un pueblo que me ha dado todo lo que tengo”, dice agradecido.

Sabe que los recursos son escasos, pero he ahí la imaginación de una autoridad edil que debe manejar la comuna con criterio gerencial, tal como sucede en la empresa privada.

Pone un ejemplo concreto: “Si construimos un mercado para 1,000 comerciantes, tendrán trabajo ese número de personas quienes pagarán 1,000 licencias”. Tiene razón: “Del mismo cuero salen las correas”.

Sociólogo de formación, Miguel Esquirva afirma que los grandes problemas de este distrito son el alto grado de analfabetismo y desnutrición, por lo tanto, la respuesta a esta carencia son postas médicas, con precios solidarios, y una biblioteca y videoteca municipal para ponerla al servicio de los vecinos.

Miguel Esquirva tiene formación también en Derecho y Ciencias Políticas desde esta perspectiva piensa que una de las prioridades de la próxima gestión municipal debe ser el catastro predial por ser indispensable la regularización de los predios.

La apertura de un instituto para formar y asesorar a las micro empresarios es otra de sus prioridades.

Piensa hacer alianzas estratégicas con empresas privadas y con municipalidades de Lima. También con el Colegio de Abogados de Ica y está dispuesto a tocar las puertas de la Universidad San Luis Gonzaga.

“Vamos a convertir a Grocio Prado en el mejor distrito de la Región Ica”, es su mensaje final.

Le deseamos éxitos en esta nueva y difícil empresa.